MANUELA TELLO
La realidad nos transforma. Nosotros transformamos la realidad.
Este principio es el motor de un proceso creativo desarrollado durante
los últimos treinta años. Mi obra se apoya en los
elementos estilísticos que me ofrece la pintura como el medio de
expresión que mejor me ayuda a conseguir transmitir la
subjetividad de mi percepción. Un todo de armonía,
reflexión y expresividad.
Una búsqueda permanente me ha llevado a realizar un recorrido
desde la figuración a la abstracción, transitando por un
constructivismo cromático hasta un expresionismo abstracto,
siempre bajo la mirada atenta de Kandinsky, Mondrian y Rauschenberg,
como guías más determinantes. El punto de llegada, al
menos hasta hoy, tiene aún la ambición personal de la
busca de la expresión a través del color, con la madurez
de todo un recorrido asentado ahora en una abstracción que
convive con la definición de la línea desnuda, del gesto,
del símbolo. El punto de partida es siempre la realidad
interiorizada desde una actitud crítica.
Un elemento constante en toda esta evolución es el estudio y el
análisis del color, de su sutileza, de su expresividad, de su
capacidad para crear planos llenos de ritmo y armonía en
perfecto equilibrio con las ideas. Ideas que emergen para sugerirnos un
nuevo encuentro con la realidad. Las formas no tienen importancia como
tales, sino por su significado interior, por su esencia. Manchas planas
y transparencias, espontáneas sinceras y puras. La línea
como actor secundario de la forma que ayuda al color a transmitir
nuevas proposiciones artísticas.
La temática de mi obra se ha movido entre paisajes y bodegones,
ha reflexionado sobre el papel de la mujer en la sociedad, sobre los
arquetipos, sobre los recuerdos, sobre el lenguaje escrito como
símbolo expresivo. A partir de la interiorización de toda
esa realidad que nos transforma, surge una nueva llena de creatividad
en cada obra.
Barcelona, agosto 2004